Muestra una perspectiva bíblica y relevante sobre diversos temas en la vida del cristiano, además de presentar mensajes que contienen puntos prácticos que se pueden aplicar en la vida cotidiana.

Gálatas - 03 Permaneciendo en el verdadero evangelio

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Gálatas 1:6-9.

Estamos iniciando otro estudio de la serie "Carta a los Gálatas". El propósito de cada creyente debe ser estudiar toda la Palabra de Dios. Hacemos esto porque Dios nos ha llamado para proclamar con integridad Su genuina Palabra.

Después de nuestro estudio pasado "Las cualidades del verdadero evangelio", nuestro objetivo hoy es estudiar los versículos 6 al 9 del capítulo uno de esta carta, que nos muestra la sorpresa de Pablo frente al cambio que el percibió en la creencia de las iglesias de Galacia.

En otras palabras, Pablo les dijo a los Gálatas que apropiarse de una nueva doctrina era repudiar el verdadero mensaje del evangelio que viene directamente de Dios. El Evangelio de la gracia de Dios, las buenas nuevas de la muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesucristo, y los propósitos de Dios por medio de esos actos.

Someterse al legalismo es negar la doctrina pura de la gracia de Dios, y esto, a los ojos del Señor nuestro Dios es un asunto muy serio. Sólo hay un Evangelio y cualquier otro mensaje, además del de Pablo, no es el evangelio. El Evangelio no es ningún buen consejo, pero es precisamente lo que significa: el mensaje anunciando el poder transformador de Dios.

Cualquier mensajero o predicador que sugiera la adición de obras humanas a la obra perfecta y acabada del Señor Jesús, como medio de justificación ante Dios, es un "falso maestro" que enseña una "perversión" y por lo tanto debe ser maldecido.

Y ninguno juzgue que estas son palabras ásperas y amargas de un polemista emocionado. Más bien, son las palabras, repetidas dos veces. Son las palabras pronunciadas por el Espíritu Santo registrando su protesta contra cualquier corrupción del verdadero Evangelio.

El galatianismo no era solo una idea errónea que apareció durante el primer siglo de nuestra era. El galatianismo o el legalismo es un error que sigue presente hoy en día. Todavía por ahí se predica la Ley como causa de justificación humana ante Dios. El legalismo aún prevalece en muchos púlpitos. La levadura del legalismo está a punto de fermentar por completo la masa del cristianismo actual, del cristianismo que se predica en muchas iglesias y comunidades cristianas. Muchos están predicando "fe y obras" como el modo de salvación. Sin embargo, todos los líderes que lo hacen han caído de la gracia y no disfrutan de la libertad que proporciona el verdadero evangelio (Gálatas 5:1-4).

Tanto en el pasado como en el presente, hay quienes consciente o inconscientemente, quieren colocar más obligaciones sobre los hombros de los cristianos, las cuales no han sido contempladas por el Señor Jesucristo. Quieren poner al pueblo de Dios bajo la esclavitud de las leyes y normas que ellos mismos han desarrollado. Y lo que es aún peor es que lo hacen todo en nombre de la religión, en nombre del evangelio de Jesucristo. Fue por eso que al ver esta actitud de los falsos maestros, Pablo no pudo contenerse, e inspirado por el Espíritu Santo, en lugar de empezar su carta con un saludo suave y lleno de gratitud, como en otras cartas, rápidamente atacó a aquellos que querían pervertir el evangelio colocando sobre los hombros de los Gálatas las obligaciones de la ley mosaica, que ellos, que no eran Judíos, desconocían totalmente.

Aún hoy en día, esta es la realidad de muchas iglesias y muchas comunidades en nuestros países. Incluso sin ser Judíos, quieren que nosotros que somos salvos por la gracia de Jesús, cumplamos los requisitos de una ley que fue dada hace más de 3000 años, a un pueblo específico, que comenzaba su vida independiente bajo la dirección de Dios a través de Moisés. Esos predicadores, malos intérpretes de la Biblia, se olvidan que hemos sido libertados, porque la verdad nos ha hecho libres (Juan 8:32). Por lo tanto, la frase que es el principio bíblico relevante para ser aplicado en nuestras vidas es la siguiente:

Cada cristiano debe permanecer firme en el verdadero evangelio de la gracia de Jesucristo.

En este texto encontramos cinco razones por las que debemos permanecer en el verdadero evangelio de Jesucristo.

1. Hemos sido llamados por gracia, vs.6

Observe detenidamente lo que dice el versículo 6:"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,  para seguir un evangelio diferente".

Los gálatas estaban siendo convencidos por los judaizantes, y dejando así el verdadero evangelio, que les había sido predicado por el apóstol Pablo. Estos judaizantes eran muy sutiles y astutos. Ellos tenían mucho éxito en su labor perjudicial de convencer a los creyentes a desviarse de la fe pura, de la verdadera fe, del verdadero evangelio. El evangelio había sido transmitido a ellos con integridad. Era el mensaje que hablaba de Cristo; Aquel que había sido entregado por nosotros, que había muerto en la cruz por nosotros y resucitado al tercer día de entre los muertos, y luego llevado al cielo donde se sentó a la derecha del Padre en el trono, donde intercede por nosotros.

Bueno, las iglesias cristianas de Galacia recibieron este mensaje puro del evangelio, porque el evangelio es eso, es Cristo muriendo en la cruz por los pecadores. Es Cristo resucitando de entre los muertos por el pecador. Es Cristo siendo levantado a los cielos para sentarse a la derecha del Padre, en favor de nosotros, en favor de los cristianos, en favor de los pecadores.

Pero los judaizantes llegaron a estas iglesias de Galacia, y los nuevos cristianos conversos, que habían sido convertidos a través de la predicación de Pablo, les dijeron que el apóstol había estado allí y predicado el Evangelio y que todos habían aceptado el mensaje de la gracia salvadora. Entonces estos judaizantes, estos legalistas, les dijeron que todo eso estaba bien. Ellos fueron muy sutiles. Los judaizantes eran muy astutos, por lo que llegaron y comenzaron a elogiar el mensaje de Pablo. Ellos decían que todo eso estaba bien, que era incluso un mensaje maravilloso, y que los cristianos de Galacia, en realidad estaban haciendo todo muy bien y que habían tomado una decisión importante.
Debido a que eran muy sutiles y astutos, los  judaizantes después de concordar con el mensaje de Pablo, les dijeron que él había olvidado dar todo el contenido del mensaje. Ellos añadieron algo más al mensaje predicado por Pablo. Declararon que todo este mensaje de Pablo era muy bueno, pero había que añadir una cosa más: la necesidad de hacer cumplir la ley.
Esta fue la gran sutileza satánica; añadir o agregar algo más al evangelio; este fue el gran pecado cometido por los Gálatas. Ellos creyeron y aceptaron el mensaje de Pablo, y entonces aceptaron también el mensaje de los judaizantes. Era el evangelio de Cristo predicado por Pablo más el cumplimiento de la ley predicado por los judaizantes. Y los Gálatas que todavía no estaban bien arraigados, que no tenían una fe sólida en el verdadero evangelio, comenzaron a aceptar ese mensaje falso. Los gálatas estaban abandonando el evangelio de Pablo, el Evangelio de Cristo, para seguir un evangelio diferente, un evangelio mezclado, falsificado, un evangelio alterado. Este no era el evangelio de Cristo.

Este mismo tipo de evangelio es predicado hoy. Casi todo el mundo es cristiano; muchas personas se llaman a sí mismos evangélicos. Si usted pregunta por ahí, ¿cuál es su religión?, la respuesta de muchos será que él es un cristiano. Ellos pertenecen a cierto tipo de cristianismo; al tipo cualquiera. Pertenecen a una clase de evangelio como ese de los Gálatas; a un evangelio mezclado, al evangelio de Cristo más la ley. Al evangelio de Cristo más las obras. Al evangelio de Cristo más las doctrinas humanas. Al evangelio de Cristo más las tradiciones de los hombres. Al evangelio de Cristo más las prácticas religiosas desarrolladas por las iglesias, por las denominaciones, por los líderes que quieren mantener al pueblo de Dios bajo control.

Bien, este es el gran peligro de nuestros días. Hay quienes aman el cristianismo, hay quienes aman el evangelio, pero el evangelio que anuncian por allí, es un evangelio mezclado; y hay muchas personas que no saben hacer la diferencia entre una predicación verdadera y una falsa. ¿Saben por qué? porque desconocen la Palabra de Dios, porque no conocen el Evangelio, no conocen el Nuevo Testamento, y entonces creen que todo es cristianismo, que cualquier cosa es evangelio.

El apóstol Pablo está exhortando aquí a no prestar atención a ese evangelio mezclado; al evangelio de Cristo más el evangelio de los hombres. Pablo condena al cristianismo basado en la tradición humana, o la interpretación humana que proclama la necesidad de obedecer ciertas leyes, junto con la fe en Jesucristo. Pero, ¿Por qué Pablo insistió en la pureza del evangelio? Bueno, porque cuando usted no cree en el verdadero evangelio corre el riesgo de pensar que tenemos vida, cuando en realidad estamos muertos. Y no hace falta decir que hay mucha gente por ahí, espiritualmente muerta a pesar de seguir al "cristianismo". Una especie de cristianismo mezclado con paganismo, o de cristianismo mezclado con ocultismo, o algo así. Esto es veneno para el alma, es veneno para el espíritu.

El apóstol Pablo está abriendo los ojos de los creyentes de las iglesias de la provincia de Galacia, precisamente por ese peligro, porque la mezcla del evangelio puro con el legalismo de los judíos, es algo muy peligroso; es espiritualmente mortal. Entonces Pablo dijo: "Estoy maravillado de que os hayáis alejado tan pronto de aquel que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente".

Para mí es una cosa increíble ver a un cristiano, o una persona que dice ser cristiana, que dice ser evangélica, pasar de un evangelio a otro evangelio, pasar a un evangelio de hombres, a otra creencia, a prácticas legalistas, que ya han sido suprimidas por Cristo en la cruz del Calvario. ¿Será que eran cristianos? Evalúe su vida y verifique si su fe está basada en la libertad y la gracia de Jesucristo.

2. No hay otro evangelio, vs.7

Ahora observe el versículo 7: "No que haya otro,  sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo".

Aquí el apóstol Pablo se refiere claramente a aquellos que pervierten el evangelio. Pervertir aquí, es cambiar completamente el evangelio. Es la misma palabra que se usa para decir que la luz se convierte en tinieblas, o la oscuridad se convierte en luz. Por supuesto eso no acontece. Eso sólo se produce por la interferencia humana. Sólo cuando el hombre interfiere ocurren esos cambios que no son naturales.

Lo mismo sucede con el mensaje puro del evangelio. Cuando el hombre quiere hacer algo más allá de aquello que Jesús hizo completa y perfectamente, el resultado es un evangelio extraño. No es el evangelio de Jesucristo. Es una degeneración completa. Es una perversión del evangelio de Cristo. Eso hacen los que están por ahí proclamando ese mensaje: afirman que la verdadera religión es el cristianismo sumado a las otras prácticas. Es el evangelio más esto y aquello. ¿Qué clase de evangelio es este? Esa es la perversión del evangelio. Es la tergiversación del mensaje puro y claro de la gracia de Dios.

La proclamación de Pablo era la persona de Cristo, era la del Dios encarnado que vino a nosotros, que murió por nuestros pecados, pero que ha resucitado. ¡Este es el evangelio de la cruz! La muerte de Jesús es el punto de partida para la vida de liberación y de la gracia recibida por Dios. Todo lo que esclaviza al ser humano es otro evangelio, otro mensaje, es un mensaje falso. No es el verdadero evangelio. ¿No es hora de que todos recurran a la Biblia, al evangelio de Cristo, al verdadero evangelio que es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree en Él?

3. Ni siquiera una predicación angelical fue autorizada, vs. 8

Llamo su atención a la lectura del versículo 8: "Mas si aún nosotros,  o un ángel del cielo,  os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,  sea anatema".

Es interesante este argumento de Pablo. Él dice que una de las razones por las que debemos perseverar, permanecer firmes en la verdad del evangelio es que fue revelado especialmente por Dios para él. Cronológica, histórica y teológicamente él, Pablo, tuvo el privilegio de ser el canal de la gracia de Dios para los gentiles. Él hace esta declaración en Efesios 3:2-3, 8-9, y Colosenses 1:24-29. Así que, ya no se concebía que cualquier otra revelación viniese a añadir algo nuevo a lo que ya había recibido directamente de Jesús. Incluso si un ángel venía a proclamar ese otro mensaje debía ser desestimado. La verdadera palabra de salvación Dios la había revelado a los hombres y no a cualquier otro ser, aunque fuese un ser celestial.

Pero cuando Pablo se refiere a ángeles que traen una nueva revelación, trayendo una añadidura, tenemos que recordar 2 Corintios 11:13-14 donde Pablo dice que el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz y sus ministros como ministros de justicia para confundirnos, para socavar la fe del evangelio puro y simple de Cristo. Déjeme hacerle una pregunta directamente a usted: ¿En cuál evangelio usted cree?

4. Cualquier otro evangelio no tiene la bendición de Dios, vs.8

Una vez más consideremos el versículo 8, donde Pablo dice: "Mas si aún nosotros,  o un ángel del cielo,  os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,  sea anatema".

Espero que esté percibiendo las palabras del apóstol Pablo. Vea que el apóstol, inspirado por Dios, dice que este tipo de evangelio, que es predicado por los falsos maestros, es un mensaje sin la bendición de Dios; es un mensaje maldito. Sí; el evangelio mezclado con doctrinas de hombres deja de ser el evangelio de Cristo. Deja de ser el poder de Dios. Deja de ser el Evangelio que salva. Así que este mensaje debe ser considerado anatema, es decir, debe ser considerado maldito. Es un mensaje inútil y peligroso. Pablo dice que incluso si un ángel venido del cielo, anunciare otro evangelio debe ser desestimado, y su mensaje debe ser considerado inútil, un mensaje sin la bendición de Dios.

Hay muchas personas buscando recibir orientación  religiosa y espiritual, a través de cualquier medio, de cualquier gurú. Por lo tanto, estas personas se abren a las acciones de los malos espíritus, de los demonios. Hay muchas personas buscando ayuda a través de fuerzas ocultas. El mismo apóstol Pablo en su primera carta a Timoteo, capítulo 4 versículo 1, habla sobre ese tiempo; nos habla de esa época que estamos viviendo ahora. Estas son sus palabras: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,  escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios".

Tratando de llenar el vacío de sus corazones, los hombres, tanto de aquellos días de Pablo como los nuestros, están buscando la verdad en varios lugares, en movimientos y creencias. El problema es exactamente este: Cuando no estamos afirmados en la verdad divina, estaremos satisfechos hasta con los mensajes que no tienen la bendición de Dios. Porque el hombre es ciego, acepta creer en las revelaciones que no tienen la bendición de Dios. ¿Tiene usted convicción en su creencia? ¿Cuál es el mensaje que sustenta su vida?

5. Los que predican un mensaje diferente, son malditos, v. 9

Leamos ahora el último versículo de nuestro texto. Leamos el versículo 9: "Como antes hemos dicho,  también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido,  sea anatema".

Vea y perciba el cuidado de Pablo; perciba su perplejidad y observe su indignación. El apóstol repite aquí lo que ya había dicho en el versículo 8. Un evangelio mezclado con legalismo o con ocultismo, o con cualquier otra doctrina o tradición humana, debe ser considerado anatema. Pero hay que señalar y decir que Pablo no está condenando a la ley de Moisés. Pablo no está condenando a la ley del Antiguo Testamento, ni está comparando la ley de Moisés con las falsas religiones, o las tradiciones de los hombres. Las falsas religiones son falsas y son peligrosas.

No, Pablo no está condenando  la ley. ¡Todo lo contrario! La ley de Moisés es divina, ella refleja el carácter de Dios y por lo tanto es majestuosa, es santa, es pura, es justo como dice Pablo en Romanos 7:12-14. Pero la ley de Moisés no es el sistema de salvación dado por Dios. Por medio de la ley ninguno se salva; somos salvos por la gracia, mediante la fe en Cristo. Por lo tanto, aquellos que predican otro mensaje, además de no estar bajo la bendición de Dios, son maldecidos por Dios porque niegan la obra completa y perfecta en Jesucristo en la Cruz del Calvario.

Conclusión

Mi oración es para que usted crea en el verdadero evangelio y persevere en él. No se deje engañar por los líderes inescrupulosos que quieren dominar al pueblo de Dios con leyes, normas y reglamentos que ya no tienen más sentido en la época del nuevo pacto.

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